Entrar en 4 Gats es casi lo mismo que penetrar en un micromundo en el que nosotros, pobres víctimas inocentes que solo queríamos visitar una exposición, estaríamos un proceso por el cual nos convertimos en volubles criaturas indefensas que se sienten amenazadas desde todos los flancos/ paredes de la sala. Tampoco es cuestión de tomarselo tan a la tremenda:sólo se trata de la muestra de la obra más reciente de Esteban Villalta Marzi; sin embargo, no está de más lanzar la advertencia, este artista romano posee una obsesión creativa por las manos, nunca inocentes. Las manos de Villalta Marzi nacen a través del mundo expresivo del cómic, es así como, cual «verdugas» y lejos de un realismo radical, se convierten en armas amenazantes tan dispuestas a la defensa como preparadas para el ataque. Mas que desarrollar su creación en la extensión «manual», Esteban Villalta Marzi se conforma en invertir sus energías en las cinco extremidades que, cual ramas de un tronco, se desvían por caminos individuales y siempre determinantes; por cierto, estamos hablando de los dedos. Consecuencia de la violencia y agresividad que se vive en la calle, se oirá decir por ahí, de hecho, la sentencia no está del todo errada; sin embargo; más apropiado y cercano a la creación de Villalta Marzi se identificaría con una metáfora de contemporaneidad urbana. Dragones de varias cabezas, monstruos de tentáculos represivos y una larga serie de engendros (siempre frutos de la imaginación individual) pueden descubrirse en las Composiciones de Villalta como únicos elementos no manuales en sus cuadros, el artista incluye sosegadoras y pacíficas pistolas, machetes, navajas, hojas de afeitar y, no hay que desesperar, también aparece la ternura y la ingenuidad representada por un «Piolín» (canario de los dibujos animados, que solía decir «Me pa: rece que veo un lindo gatito») multiplicado y, casi excepcional mano de turno. La exposici6n de Esteban Villalta Marzi no puede pasar inadvertida, el pintor comienza provocando al espectador ya en la utilización de tonos fuertes, vibrantes y vivaces. Se trata de una muestra diferente, espepialmente entretenida y que deja satisfecho a quien la visita. Totalmente recomendable .
BETTINA DUBCOVSKY